Independientemente de lo que diga, venda o muestre, lo más probable es que no se esté cuestionando si la interactividad digital debe estar en su cinturón de herramientas, sino encontrar la mejor manera de llegar a ella. A medida que colisionan el diseño y la tecnología, resulta más difícil justificar la inversión en soluciones que requieren conocimientos técnicos y formación especializada. No ayuda a su empresa invertir en una opción de creación de experiencias interactivas que dependa de un equipo de "expertos" para hacer el trabajo. Necesita la facilidad de uso de una presentación de Microsoft PowerPoint y la potencia de la codificación personalizada.